viernes, 28 de agosto de 2015

¿Cómo se escriben los gentilicios?

La formación del gentilicio a partir del nombre del lugar (topónimo) presenta muchos casos tanto regulares como irregulares.
Los casos regulares más comunes se forman añadiendo al nombre del lugar los sufijos -ano, -és, -ense, -eño, -ino, etc.



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Ejemplos Regulares
Castilla = castellano; Soria = soriano; Sevilla = sevillano.
Álava = alavés; Gijón = gijonés; Barcelona = barcelonés; León = leonés.
Castellón = castellonense; Melilla = melillense; Almería = almeriense.
Extremadura = extremeño; Madrid = madrileño; Albacete = albaceteño.
Alicante = alicantino; Bilbao = bilbaíno; Salamanca = salmantino.

Ejemplos Irregulares
Ávila = abulense; Badajoz = pacense; Huelva = onubense.
Huesca = oscense; Fuerteventura = majorero; Elche = ilicitano.
Betanzos = brigantino; Cabra = egabrense; Calahorra = calagurritano.
Calatayud = bilbilitano; Martos = tuccitano; Orihuela = orcelitano.


jueves, 27 de agosto de 2015

Real Academia Española



Qué es y cuáles son las funciones de la Real Academia Española
La Real Academia Española, también conocida por sus siglas RAE, es una institución cultural con sede en Madrid, capital de España. Ella y otras veintiuna academias correspondientes a sendos países donde se habla español conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Se dedica a la regularización lingüística  mediante la promulgación de normativas   dirigidas a fomentar la unidad idiomática entre o dentro de los diversos territorios que componen el llamado mundo hispanohablante ; garantizar una norma común, en concordancia con sus estatutos fundacionales: «velar por que los cambios que experimente [...] no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico.
Fue fundada en 1713 
Lema
En la conciencia, según la visión de la época, de que la lengua española había llegado a un momento de perfección suma, fue propósito de la Real Academia «fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza». Se representó tal finalidad con un emblema formado por un crisol puesto al fuego, con la leyenda Limpia, fija y da esplendor. Nació, por tanto, la institución como un centro de trabajo eficaz, según decían los fundadores, «al servicio del honor de la nación».
Esta vocación de utilidad colectiva se convirtió en la principal seña de identidad de la Academia Española, diferenciándola de otras academias que habían proliferado en los siglos de oro y que estaban concebidas como meras tertulias literarias de carácter ocasional

Para saber más

lunes, 24 de agosto de 2015

Ortografía del español

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La actual ortografía española empieza a codificarse desde el siglo XVIII, con el establecimiento en 1727 de las primeras normas ortográficas por parte de la Real Academia Española al poco tiempo de su fundación. Hasta ese momento las vacilaciones en las grafías eran constantes: unos optaban por soluciones fonémicas, tratando de adecuar su escritura a la pronunciación oral, y otros se decantaban por criterios etimologizantes, manteniendo grafías que carecían de correspondencia en la pronunciación del español de la época. El resultado era una falta de unidad que dificultaba la comprensión.
Actualmente las 22 academias del español mantienen acuerdos que garantizan la unidad ortográfica. De este modo, la edición de la Ortografía de la lengua española (1999) fue la primera en ser elaborada con la colaboración consensuada de todas las academias de América y de Filipinas.
Fuentes frecuentes de problemas en el uso de la ortografía son las grafías que presentan igual sonido, como la "b"/"v" (betacismo), "c"/"s"/"z" (seseo y ceceo), "g"/"j", "ll"/"y" (yeísmo). Otros aspectos problemáticos son la utilización correcta de los signos de puntuación y la acentuación gráfica (tildación). La ortografía del español utiliza una variante modificada del alfabeto latino, que consta de los 27 símbolos A, B, C, D, E, F, G, H, I, J, K, L, M, N, Ñ, O, P, Q, R, S, T, U, V, W, X, Y, Z. Asimismo, se emplean también cinco dígrafos para representar otros tantos fonemas: «ch», «ll», «rr», «gu» y «qu», considerados estos dos últimos como variantes posicionales para los fonemas /g/ y /k/. Losdígrafos ch y ll tienen valores fonéticos específicos, por lo que en la Ortografía de la lengua española de 1754 comenzó a considerárseles como letras del alfabeto español y a partir de la publicación de la cuarta edición del Diccionario de la lengua española en 1803 se ordenaron separadamente de c y l, y fue durante el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española celebrado en Madrid en 1994, y por recomendación de varios organismos, que se acordó reordenar los dígrafos ch y ll en el lugar que el alfabeto latino universal les asigna, aunque todavía seguían formando parte del abecedario. Con la publicación de la Ortografía de la lengua española de 2010, ambas dejaron de considerarse letras del abecedario. Las vocales (A, E, I, O, U) aceptan, además, el acento agudo para indicar la sílaba acentuada, y la diéresis o crema modifica a la U en las sílabas gue-gui para indicar su sonoridad